El Emprendimiento está de moda; una moda necesaria, por otra parte.
Un país que fomenta el Emprendimiento gana en innovación, investigación, genera riqueza, empleo y mejora la sociedad.
Personalmente, aunque soy funcionario toda mi vida, he compatibilízado durante años mi profesión docente con proyectos de diseño y artes visuales, he participado en ideas empresariales y en la fundación de algún emprendimiento.
Por otra parte, en mis clases aprender por proyectos ha sido siempre una constante, como una manera de contextualizar el currículo a la vida (comparto enlace a uno de mis proyectos de aula); ya que la vida es un proyecto, mejor dicho: es EL PROYECTO. Y todos somos emprendedores del proyecto más importantes: nuestra propia vida. De ahí que la actitud de emprender no corresponde sólo a los emprendedores de negocios o culturales, sino que es una actitud universal.
En un momento dado, atravesando la pertinente crisis personal, descubrí que mi vocación docente era más nuclear que cualquier otra; y asumí que lo que me hacía feliz era acompañar en el aprendizaje de las personas.
Entonces me planteé que no sólo debía trabajar por un sueldo, sino impulsado por mi vocación, tener un «para qué» esencial.
Mi para qué es “Una Educación para Ser”. Este es mi proyecto docente.
Los síntomas de nuestra sociedad (deshumanización, violencia, falta de empatía, pasividad, falta de sentido crítico, por ejemplo) apuntan a la necesidad de una educación que no sea sólo formativa y adaptativa, sino que permita a las personas germinar lo mejor que son, desde sus fortalezas, talentos y que exploren su vocación de manera gozosa.
La distancia entre mi para qué y nuestra educación es enorme. Y por acortarla me afano cada día.
Cambiar la mirada, cambiar la actitud, cambiar la cultura educativa
Por todo esto, estoy convencido que cambiar la mirada del docente funcionario o empleado por la de emprendedor puede ser algo provocador, un salto disruptivo que impulse otro rol docente más innovador y creativo.
No pensemos sólo en un emprendedor como alguien que quiere montar negocios y hacerse rico. El emprendimiento también es social, cultural, educativo…
Ser emprendedor es una actitud ante la vida en la que expresar las propias fortalezas, valores y talentos poniéndolas al servicio de la sociedad.
¿Por qué no va a ser buena una actitud emprendedora en los docentes, que contagie a los alumnos, para una educación que contribuya a la construcción de una vida plena y con sentido?
La educación necesita una transformación que no solo modernice las aulas, sino que vaya más allá y renueve el rol docente. Imaginemos a los docentes como emprendedores: personas que lideran proyectos educativos, innovan en sus metodologías y trabajan con pasión para dejar un impacto profundo en sus alumnos y en la sociedad.
Recordemos los beneficios sociales constatados de los emprendedores
1. Innovación y progreso: Los emprendedores suelen ser agentes de cambio, creando soluciones innovadoras que mejoran la calidad de vida y resuelven problemas sociales o económicos.
2. Dinamización de la economía: Con sus proyectos, los emprendedores no solo se benefician a sí mismos, sino que generan oportunidades laborales y contribuyen al dinamismo económico y social.
3. Fortalecimiento de comunidades: Muchos emprendimientos tienen un enfoque local y social importante, revitalizando comunidades y fomentando la cohesión social.
4. Cultura de resiliencia: Promueven una mentalidad de esfuerzo, adaptación y creatividad ante los retos, cualidades necesarias en cualquier ámbito de la sociedad.
5. Impacto cultural: Los emprendedores, sobre todo los que impulsan proyectos sociales y culturales, enriquecen el panorama cultural y educativo, fomentando valores, identidad y conciencia social.
Un estudio destacado es el informe «El emprendimiento en España» publicado por la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) en julio de 2024.
Este informe ofrece una visión global del estado del emprendimiento en España, enfocándose en:
- Actitudes de la sociedad española frente al emprendimiento: Analiza la disposición de los ciudadanos para iniciar nuevos negocios y su percepción sobre los emprendedores.
- Obstáculos para emprendedores y autónomos: Identifica las principales barreras que enfrentan en el desarrollo de sus actividades.
Los hallazgos del informe subrayan que el emprendimiento no solo impulsa el crecimiento económico, sino que también promueve la innovación y la competitividad, elementos esenciales para el progreso de la sociedad.
Además, el estudio «Los beneficios económicos y sociales del emprendimiento» destaca que el emprendimiento:
- Fomenta el crecimiento económico: Al crear nuevos mercados, productos y servicios.
- Genera empleo: Ofreciendo oportunidades laborales y reduciendo el desempleo.
- Promueve la innovación: Introduciendo soluciones novedosas a problemas existentes.
Elocuente también es el siguiente artículo sobre el papel esencial en la sociedad del emprendimiento.
¿No son estas cualidades igualmente necesarias en la educación? Si los docentes adoptan este enfoque, podrían transformar las aulas y hacer de ellas verdaderos talleres prácticos que desarrollen en los alumnos muchas competencias para la vida. Y no es algo reñido con la educacion humanista y en valores; al contrario, no se quedan sólo en impartir el currículo de las asignaturas, sino que la propia vida y el ser humano son objeto de estudio.
Cualidades Claves del emprendedor
- Creatividad: Capacidad para generar ideas novedosas y encontrar soluciones diferentes a los problemas.
- Proactividad: Tomar la iniciativa y actuar antes de que las circunstancias lo demanden.
- Resiliencia: Afrontar los fracasos como aprendizajes y superar obstáculos con perseverancia.
- Visión estratégica: Tener una idea clara del objetivo final y cómo alcanzarlo.
- Colaboración: Trabajar en equipo, delegar y formar redes para maximizar el impacto.
- Adaptabilidad: Capacidad para ajustarse rápidamente a los cambios y nuevas demandas.
- Pasión y propósito: Contar con una motivación intrínseca que dé sentido al esfuerzo y guíe las acciones.
Se aprecia en estas cualidades clave del emprendedor, que no sólo es necesario el conocimiento en algún campo humano, sino sobre todo el desarrollo de cualidades y competencias internas, las mal llamadas «soft skills», que son las que marcan la diferencia y permiten sostener un proyecto complejo a largo plazo.
Para que los docentes se conviertan en emprendedores culturales, deben desarrollar habilidades que trascienden las necesarias para la enseñanza tradicional. Sobre todo se trata de un cambio de actitud, que a su vez provoque un cambio de cultura educativa en las instituciones y centros educativos.
Los cambios profundos siempre empiezan en los individuos (convertidos en agentes de cambio) y se producen de adentro a fuera.
Beneficios para docentes y equipos directivos que adopten las cualidades emprendedoras
- Fomento de la innovación educativa: Considerarse emprendedores lleva a los docentes a experimentar con nuevas metodologías, tecnologías y enfoques, promoviendo un aprendizaje más significativo, competencial y actualizado.
- Motivación y propósito: Ver la enseñanza como un proyecto propio aumenta la satisfacción laboral y la conexión con la profesión.
- Liderazgo transformador: Los equipos directivos con mentalidad emprendedora pueden inspirar a su comunidad educativa y liderar procesos de cambio institucional.
- Mayor impacto social: Al trabajar con visión estratégica, los docentes pueden contribuir a resolver problemas sociales desde la educación, promoviendo ciudadanos más comprometidos y preparados.
- Autonomía profesional: Empoderarse como emprendedores refuerza la capacidad de tomar decisiones autónomas y generar iniciativas que vayan más allá del currículo estándar.
- Sostenibilidad del sistema educativo: La innovación y la adaptabilidad aseguran que las instituciones educativas se mantengan relevantes en un mundo en constante cambio y no se queden obsoletas.
- Cultura del aprendizaje continuo: Adoptar estas cualidades fomenta en los docentes el deseo de seguir aprendiendo y evolucionando, un ejemplo clave para sus estudiantes.
Los buenos profesores, los excelentes y comprometidos, tienen un perfil emprendedor porque impulsan proyectos en el centro, son líderes, saben trabajar en equipo y contagian positivamente al resto de profesores y alumnos.
Por todo eso, iniciativas como las recientes Jornadas de Emprendimiento del IES Mar Menor de San Javier son pertinentes y muy necesarias en el fomento de la cultura de emprendimiento en el contexto de la educacion.
Claves prácticas para convertirse en un docente emprendedor
- 1: Rediseña tu clase como si fuera un «producto educativo», por ejemplo, partiendo de un mapa de empatía de tus alumnos como»clientes». Conoce sus intereses y motivaciones para llegar a ellos mucho más.
- 2: Crea una lista de problemas educativos en tu entorno y propón soluciones creativas e innovadoras.
- 3: Diseña un proyecto colaborativo con otros docentes o familias que sea significativo y aporte valor a la comunidad. Se puede desarrollar a partir del modelo metodología de aprendizaje servicio.
- 4: Define tu propósito como docente y vincúlalo a un valor que puedes aportar para mejorar la sociedad de manera concreta. Por ejemplo, en mi caso: «Mi propósito es Acompañar a mis alumnos a que desarrollen sus talentos, fortalezas y capacidades para una vida plena y significativa, transformando la educación que tenemos en la Educacion para Ser».
- Reflexión final: para integrar este nuevo paradigma educativo en tu día a día agenda de manera concreta acciones y tareas semanal, mensualmente y con proyectos y objetivos anuales.
Un par de apuntes que avalan el efecto positivo del fomento del emprendimiento en educación:
«Educational Program to Foster Entrepreneurial Intentions in Secondary Students»
«El docente como emprendedor educativo: Fomentando competencias en las aulas» , Publicado en: Revista UNIR Educación, 2019.
A modo de cierre sorpresivo:
Juanjo Vergara, al leer este artículo, me recuerda: «Hace años hicimos una escuela que llamamos EMPRENDE21 y siempre la empezamos preguntando ¿es posible aprender sin emprender?»
«Touché». Buena pregunta para arrancar… Otra pregunta puede ser: ¿Es posible vivir sin emprender? Y del mismo modo: ¿Es posible acompañar los aprendizajes (para que sean significativos y contextualizados) como docentes sin emprender?
Ahí quedan esas preguntas que como siempre resonarán dentro (o no) y serán dirimidas en lo íntimo de cada docente.
Emprender es atrapar… o liberar…. esa llama que «quema por dentro» a modo de anhelo…
Me viene relacionada la frase: «Educar no es llenar un balde, sino encender una llama», que atribuye comúnmente al poeta y dramaturgo irlandés William Butler Yeats (Blocs Xtec). Sin embargo, algunas fuentes también la relacionan con el filósofo griego Plutarco (Prodavinci).
Independientemente de su autoría exacta, esta cita enfatiza que la educación debe inspirar a los estudiantes (encender su propia «llama»), en lugar de limitarse a la formación como transmisión pasiva de información.
Emprender nos permite poner en movimiento los aprendizajes para construir proyectos de vida, y en ese proceso construirnos a nosotros mismos.